miércoles, 21 de abril de 2010

Niños malos, porque nadie sabe lo de nadie

Al Parcero del Popular No. 8, la vida le dio el cuento por cárcel y con esta narración rebaja tiempo en prisión. Su personaje de Niños malos, un malo que alguna vez fue niño.

Nadie sabe lo de nadie, es la consigna del trabajo de narración urbana que presenta Robinson Posada Vargas, más conocido como El Parcero del popular n° 8.

Este es un trabajo profesional que recoge la memoria de las comunas, sus vivencias más relevantes, las huellas del conflicto y de hecho su historia, a través del teatro, que permite en una doble vía y desde una perspectiva artística enfrentar la trágica realidad que los somete.

Niños malos, pone como protagonistas las realidades que vivieron y viven algunos de los reclusos de las cárceles del país. Historias que encontraron en el Parcero quien las rescatara y sacara del anonimato.

Esta colcha de retazos narrada, revive el tema de la ineficiencia del nuevo sistema penal acusatorio y confirma desde el interior de las cárceles el hacinamiento en el que se vive, la baja calidad de la alimentación, la cuestionable calidad del trato y las jerarquías que se establecen dentro de estos centros de reclusión. Una situación que es apenas aceptable pues, más de cien mil reclusos en las cárceles del país, cifra que llegó hasta allí luego de aumentar más del 50 por ciento en tan sólo ocho años, son custodiados por aproximadamente seis mil agentes del Impec, una proporción nada nivelada. (Estadísticas de la institución)

Cuando se mira la propuesta teatral, se revive el conflicto y vuelven los recuerdos, porque este afecta aunque se pretenda mirar de lejos. La ciudad y las comunas concretamente vivieron a finales de los 80 y principios de los 90, una violencia sin par, y el personaje, con el parlache que expresa, con las frases de cajón y con los recuerdos de infancia en los que todos nos encontramos, unos por desconocimiento y otros por melancolía, finalmente, nos solidariza y nos pone más dispuestos a aceptar esa Medellín que también pide no ser olvidada.

El momento de reflexión está en escuchar, recordar, conocer y no repetir, al menos, no las mismas historias; pues este trabajo continúa mostrando parte del contexto de la ciudad y, por eso, el tema sale de la sala y queda en la conversación, bien sea por las pintas, los recuerdos o el contexto actual.

Es pertinente pedirle un poco más a la ciudad, muy a pesar del excelente trabajo y profesionalismo de nuestro querido Parcero como historiador de vivencias urbanas, que también hace falta escuchar lo que ha pasado con historias más alentadoras y positivas que surgieron y surgen a partir de estos conflictos que permanecen y los que no desaparecen, pero si se transforman y hacen que la sociedad reaccione a los cambios. Muchas historias que están pero son invisibles ante la fuerza de los cuentos de dolor y terror.

Medellín sigue generando historias y el Parcero del popular n° 8 se presenta como un importante referente.

Martes abril 27, a las 20:00 en el Teatro del Prado en el Águila descalza.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te invitamos a que continúes haciendo parte de nuestro contenido!